Publicado en el Mundo 4.09.03  

 

LA EDAD PEDIÁTRICA

 

Dr. D. Juan Benedito Alberola

Presidente del SIMAP (Sindicato de Médicos de Asistencia Pública)

 

 

Valencia, 1 de septiembre de 2003

 

 

La edad pediátrica de los niños valencianos entendida como “hasta cuando han de ser atendidos médicamente por facultativos especialistas de Pediatría”, tanto en hospitales como en centros de atención primaria, es una cuestión muy importante, en cuanto a la salud, dentro de un país ubicado en la Unión Europea.

 

Científicamente las Sociedades de Pediatría, lugar de cita de los profesionales, abogan, como mínimo en la actualidad, por su prolongación hasta los 16 años.

 

Sin embargo, nuestra Conselleria de Sanitat lleva una política errática. Cuando asumió las competencias de normativa sanitaria el 1 de enero de 1988 el modelo sanitario la delimitaba “hasta los 7 años” (el día del cumpleaños del niño, éste médicamente pasaba a ser atendido por nuestros Médicos Generales), y así se mantuvo mediante una Orden posterior. En 1991 un Decreto ampliaba “hasta los 14 años” la edad pediátrica. Aquí se produce un primer incidente, pues, si hasta entonces se trabaja y se cobra “hasta los 7 años”, desde ahora se trabaja “hasta los 14 años” y se cobra “hasta los 7 años”. Ante este olvido retributivo el SIMAP interpuso una serie de recursos judiciales que restituyeron, a través de diez sentencias firmes de nuestro Tribunal Superior de Justicia, que si se trabaja hasta los 14 años se debe cobrar hasta los 14 años. Siendo el fundamento de derecho de las sentencias una interpretación correctora de la normativa adecuada a los principios de la Constitución Española. Dándose, incluso, la insólita situación de que dos sentencias firmes de Juzgado de lo Social han impuesto a la Conselleria de Sanitat una multa por temeridad y mala fe, por su obstinación en ignorar la doctrina jurisprudencial.

 

Cuando la cuestión ya era pacífica, nos sorprende nuestra Conselleria el 31 de diciembre de 2002 con la Ley de Acompañamiento volviendo a reducir la edad pediátrica “hasta los 7 años” con su correspondiente retribución adecuada a esta edad. Y derogando por el principio de jerarquía normativa el citado Decreto de ampliación de la edad pediátrica de 1991.

 

Este comportamiento acientífico, arbitrario y errático de una ida y vuelta sin motivación y de una falta de sensibilidad hacia la moderna Pediatría tiene un efecto nocivo y diabólico tanto sobre los profesionales de la Pediatría que ven modificada su actividad profesional sin motivación ni sentido, como sobre los padres que no saben donde han de ir con sus niños para ser atendidos médicamente (a los hospitales infantiles o a los hospitales generales, a los pediatras de los centros de salud o a los médicos de familia de estos centros).

 

Parece que esta indefinición del modelo de Asistencia Pediátrica esté dirigida a perjudicar a una Pediatría moderna y eficaz con un prestigio creciente a pasos agigantados de Pediatría pública, volviendo a reducirla a una Pediatría de beneficencia “hasta los 7 años”, donde los niños de 7 a 14 años (o próximamente hasta 16 años) tuvieran que buscar una Pediatría no vinculada al Sistema Nacional de Salud.

 

            Un buen indicador de calidad en la atención sanitaria, entendida como la calificación que debe de otorgarse a los servicios que se prestan, es la plena satisfacción de todos los protagonistas sanitarios: profesionales, pacientes y entidades de gestión. Puede ser que los órganos gestores estén satisfechos de su actuación, pero desde luego los Pediatras de los Equipos de Atención Primaria están claramente descontentos, y este descontento es percibido y padecido por los pacientes.